jueves, 12 de agosto de 2010

¿Qué es la Comunicación Consciente para un Yogui?

Extractos del Módulo KRI Nivel 2 Manual de Comunicación Consciente por Yogui Bhajan

¿Sabes lo que es la comunicación real? La comunicación real es cuando después de pronunciar, decir, o comunicar, se cumple completamente, cien por ciento, con lo que dijo. La comunicación real no te da ningún derecho de cambiarlo después, no importa la circunstancia. Cualquier cosa que no es real es una mentira. No tiene que ver que si es correcto o incorrecto, bueno o malo, moral o ético. La persona A habla con la persona B y entre A y B, la conversación es real. Entonces, A y B están obligados a ponerle su totalidad hasta el infinito.

No debes decir nada que no puedes respaldar con tu totalidad. El valor total de ti es que, digas lo que digas, cumples con tu palabra. Cuando no cumples con lo que dices, no tienes ningún valor, y tu decoración y tus joyas y tu sexo y tu persona no tienen ningún valor. La comunicación real es la facultad de un ser humano que todo lo que diga, se cumple.

¿Por qué hablar?

La comunicación es muy mal entendida por todos los seres humanos. Cuando estás enojado, cuando estás en un estado emocional, cuando estás herido, cuando estás inseguro, y cuando haces algo por autocomplacerte, crees que tienes que hablar, y ahí es donde te equivocas. Recuerda, cuando hablas, es para el futuro. No es por el pasado y nunca es por el presente. La comunicación es el arte de construir paraísos en el futuro y la gente que no la tienen no tienen futuro, no importa qué religión o país o nación al que pertenecen.

La comunicación no es para las emociones y sentimientos. No para el clima, tampoco. La comunicación es un arte por medio del cual se puede limpiar la basura de tu vida. Mayormente se habla por deshacerse de la ira, librarse de la frustración, y deshacerse de un complejo de inferioridad/superioridad. Estas tres cosas te hacen hablar. Sobre todo por lo del complejo de inferioridad/superioridad. Sin estas cosas que te gusta hablar en absoluto. Habla para tener una sensación, por curiosidad, y establecer el ego.

¿Puede que lo qué crees sea realidad o no, pero tú sí crees que todo lo que sientes es la realidad, todo lo demás es tontería. Lo que sientes es el resultado de circunstancias, entornos, tus antecedentes, tus presiones, tus neurosis, tu proyección, tus pensamientos elementales, tus pensamientos proyectivas, tu imaginación, tus sueños, tu personalidad compilad y tu personalidad proyectada. Todas estas cosas crean para ti una idea que sientes. El problema es que lo que tú sientes, yo no siento. Así que ocurre una confrontación, un conflicto.

Tienes que comunicarte con tu propia alma. Tienes que comunicarte con tu propia mente. Y tienes que comunicarte con tu propio yo. Tu alma, tu mente y tu yo te hacen una identidad, una psique. Tomas un tiempo muy largo para comunicar lo que realmente sientes y lo que realmente dices. Así que lo que haces es crear dos campos – lo que dices y lo que sientes. Hay una tremenda cantidad de estrés que tú causas por no haber comunicado contigo mismo. Por lo tanto, trata de establecer una relación entre ti y tu yo.

Cuando hablas inconscientemente, representas tus emociones, tus sentimientos, tus neurosis, tus incapacidades, tus defectos y tus inseguridades. Cuando hablas de forma inconsciente, eres una timo-persona, eres un ladrón, eres un tramposo, manipulador, deshonesto. Lo único que quieres es ganar el momento o impresionar al momento. Tales personas no son fieles al panorama, nunca son reales en sus vidas. Cuando hablas conscientemente, sucede lo que hablas. Cuando hablas super-conscientemente desde tu Ser Supremo, se convierte en el hilo conductor para el Universo. Luego, el Registro Akáshico tiene que moverse con ese ángulo.

Sin negatividad

Por lo general, cuando hablan entre sí, se molestan, se enojan, se ponen enfermos mentalmente y abandonan sus verdaderas identidades propias. Dices cosas para lastimar a otros. Recuerda que una sola palabra equivocada dura para siempre, en la Tierra y en los cielos. No hay manera de escaparte de ella. Así que hablar no es sólo para la expresión. No es solamente una comunicación. Se trata de una herramienta, es un arma que corta el labio para siempre.

El arte de la comunicación es sencilla y debe fluir de ti. Ni reacciones ni actúes de forma negativa en la comunicación. Es muy peligroso. No tiene solución. Se te quitará todos tus méritos. Se te dejará hueco, poco profundo, sufriendo. Ese es el poder del bani negativo. Por lo tanto, bajo ninguna circunstancia se te exige hablar el lenguaje negativo y no debes comunicarte de una manera que sea ofensiva. Tampoco hay que hablar de una manera que resulta ser sólo darle jabón a alguien. El hablar no debe ser ni exagerar ni menguar, ni super-positivo ni super-negativo. El hablar debe ser derecho, porque entre dos líneas, la ruta directa es la más corta.

Platicar, comunicar, hablar, escribir – todos son buenos. Pero cuando llega la adversidad, la comunicación se rompe. Nunca rompas la comunicación, ni con un enemigo, ni con un amigo. Sigue comunicando. Eso es lo que Dios hace. La comunicación no es más que vibración. Sigue vibrando. Pero sé positivo. Nunca escuches a la negatividad.

Una persona consciente habla con dignidad absoluta y fe absoluta. Nunca jamás, digas cosas en contra de cualquier forma humana aunque sea inconscientemente, porque eso es una calumnia de lo divino, en contra de lo que Dios ha creado.

Establezca la Mutualidad

En todos los ámbitos de la vida, en todos los aspectos de la vida, la comunicación armoniosa puede cambiar el fracaso en éxito. Te puede dar autoridad, te puede ampliar la personalidad, hacer que la gente te tenga confianza, te puede dar el poder de tocar lo más profundo de otra persona. También puede hacer que te sientas cómodo con el mundo en que vivimos

La comunicación armoniosa no tiene nada que ver con lo que sientes, ni lo que sabes, ni lo que quieres. Con el fin de lograr una comunicación armoniosa y consciente, en primer lugar hay que entender a la otra persona. Entonces, cualquier conocimiento que tengas de la otra persona y cualquier conocimiento que deseas comunicarse con la otra persona tiene que presentarse de una manera muy amorosa y sin ninguna intención ni medio para desgranar cualquier ofensa.

Cada vez que te comunicas para controlar o hablar o introducir tu motivo o tu legislación, o quieras ser lo que quieras ser, estás perdiendo tu energía comunicativa. Las personas quieren hablar, pero no quieren hablar de lo que no es de interés mutuo para ambas partes. No quieren hablar de aquello que no les trae confianza mutua, o que no es de beneficio mutuo.

Las personas que son conscientes de cómo comunicarse o son santos o son los que tienen lo bueno en sus corazones para los demás ya que hablan con compasión. De lo contrario, hablas sólo con una pasión. Si hablas con una pasión, estás tratando de hacer un punto. No te importa ni el infierno ni el cielo cual es el punto de la otra persona. Normalmente, cuando hablas, quieres hablar por ganar. Se llama “hablar por conquistar.” La mayoría de la gente no habla por establecer una relación. Si hablas por establecer una relación, entonces tienes que tener siempre la concentración sobre cómo se siente el otro hombre o mujer, qué están haciendo, cúal es su situación.

Hay tres maneras de hablar con alguien. Una es crear un diálogo, otra es hablar, y la tercera es decir. Decir es doloroso, como el conquistador y el conquistado comunicándose. Hablar es sólo comprensible. El diálogo es hermoso y es deseable. Muy pocas personas pueden crear un diálogo, o relación social, cuando dos personas hablan en la misma frecuencia, en el mismo momento, con la misma pasión, la misma compasión, la misma individualidad y la misma identidad. La comunicación armoniosa sucede cuando hay unidad entre las esferas de inteligencia y conciencia, donde se reúnen los corazones y las cabezas.

La comunicación es una ciencia y un arte. Hablar y responder si es que se reduce a eso. Pero normalmente dos personas deben comunicarse sólo con su presencia. Cuando la presencia no funciona, la comunicación es un último recurso para lograr la paz. La espiritualidad pertenece a aquellos que entienden la ciencia de la anaadee naad, sonido desconocido. Si una persona habla un idioma que efectivamente es positiva y ha perfeccionado sólo una o dos palabras, tal es suficiente para una comunicación efectiva.

Técnica del dedo meñique para conseguir la victoria

Si no sabes comunicar algo que te molesta, y tienes que ir a una reunión para hablar, siéntate a una mesa y oprime este dedo. (La yema del pulgar oprime la uña del dedo meñique.) Debajo de la mesa, nadie verá nada. Sólo tienes que oprimir el dedo meñique por un minuto. Y luego la toca. (La punta del pulgar toca la punta del dedo meñique.) Tu sentido completo de comunicación estará a tus órdenes. No tienes que recibir un inicio, no tienes que pertenecer a nadie, y conseguirás la victoria. Cuando el dedo del ego oprime el dedo de Mercurio, es como decir le al caballo, “Vamos a galope.” Es una situación totalmente fisiológica. No hay razón para que tu comunicación no debería conseguir la victoria.

Negación de Responsabilidad por la Traducción
Mientras que las enseñanzas de Yogi Bhajan tienen la firme intención de alcanzar y servir a las personas de todas las nacionalidades, 3HO® no será responsable de cualquier tergiversación de las enseñanzas de Yogi Bhajan mediante traducciones no solicitadas o independientes derivadas de Aquarian Times.

jueves, 5 de agosto de 2010

MIRANDOME EN EL ESPEJO DEL AMOR

Mi espejo de hombre se ha roto. Era un espejo heredado, era ya muy viejo, tenía zonas descascarilladas y otras negras donde ya no hacía reflejo. Los anteriores dueños no habían puesto demasiada atención y cuidado y por eso estaba tan deteriorado, así que cuando me miraba en él me costaba ver mi reflejo. El otro es de Mujer, también se ha roto, también era heredado, era tan pequeño que sólo reflejaba los ojos, por lo que no era un espejo donde uno pudiera mirarse completamente.

Cuando vine al mundo, vine con la intención clara de verme hermosa y grande, por eso elegí a dos personas con un espejo grande cada una, me dije a mí misma que de esa forma nada podría fallar y yo cumpliría ese sueño que llevaba en el bolsillo.

No pasó demasiado tiempo desde que decidí venir hasta que llegué, y eso me hacía estar confiada de que todo estaría bien cuidado para mi llegada.
Cuando puse el pie en el mundo y me reflejé por primera vez en el espejo de mujer, vi un par de ojos que me miraban enamorados, eso me llenó de felicidad, pues todo parecía estar en su sitio, pero al rato me fijé que era lo único que podía ver, me extrañó pues cuando lo vi arriba era muy grande. Me hice a la idea de que tendría que buscar una forma de hacer crecer el espejo, entre tanto tendría que mirarme a trozos. Al poco me pusieron ante el espejo de hombre, me entristeció ver lo estropeado que estaba, pensé que por lo menos no había encogido tanto como el de mujer. Tenía zonas donde apenas podía verme así que tenía que adoptar extrañas posturas para poder verme al completo, no me gustó tener que mirarme en aquellas posturas, pues me hacían parecer vulgar. Me dije que tenía que arreglarlos de alguna forma pero no tenía ni las herramientas adecuadas ni los conocimientos para hacerlo, así que durante mucho tiempo esperé pacientemente a conseguir todo lo que hacía falta para ponerlos bonitos de nuevo.

Entretanto iba de un espejo a otro, en el de mujer sólo veía pequeñas partes de mi y no había forma de saber cómo estaba el conjunto y seguía sin saber cómo hacerlo más grande. En el de hombre me reflejaba cada vez menos, era cada vez más difícil agacharme en esas posturas sin quedarme dolorida, así que lo fui dejando apartado. Hasta que no estuviera arreglado no podría mirarme en él.
Busqué y busqué herramientas, le preguntaba a todo el mundo que supiera de espejos si sabía cómo arreglar los míos, pero es que cada espejo es tan único y especial, que nadie acertaba con la fórmula que pudiera ayudarme.
Solía salir a la calle y mirarme en los espejos de los demás, algunos me devolvían buenos reflejos y otros no tan buenos. Pasaba el tiempo y empecé a desesperarme, quería unos espejos decentes y nada de lo que hacía surtía efecto positivo, cada vez estaban más estropeados, pues en el pequeño no veía nada, y en el otro ni te cuento, me intentaba reflejar estirada y con mi porte natural y me devolvía la imagen de un monstruo deforme.
Un día, ya harta, intenté quitarle las manchas a golpe de martillo, pero me dio miedo que se rompiera así que lo dejé.
Alguna vez pensé en desistir, mi sueño parecía imposible con los espejos que me habían regalado. Más por amor a mi persona, no lo hice, no desistí, aún recordaba el motivo por el que había venido al mundo, aún recordaba cómo eran esos espejos y lo bien que me podía ver en ellos. Seguí buscando.

Cierto día, consulté a un sabio desconocido al que fui a ver sí sabía por qué sucedía esto, el simplemente me permitió reflejarme en su espejo. Lloré de emoción al verme pues era exactamente como yo soñaba. Me dijo que eso era porque él podía verme con amor, siempre que nos miran con amor nos reflejan como somos. También me dijo que era posible para mí tener espejos nuevos que me reflejaran en todo mi esplendor. Le pedí que me enseñara, que lo que más deseaba era verme como yo era realmente, como yo recordaba. Para recargar dos nuevos espejos hacía falta que otros espejos se reflejaran en los míos con amor para quedarse eternamente cargados. Mi trabajo consistía en poner la placa totalmente vacía de cualquier distorsión y buscar esos otros espejos que quisieran reflejarme con su amor.

Para eliminar la distorsión debía deshacerme de los espejos estropeados, pero me daba miedo quedarme sin ninguno, sola y desvalida. Debía también buscar otros espejos donde mirarme hasta tener los míos y no sabía si encontraría quien me dejara mirarme.

No me sentía cómoda mirándome en otros espejos, no podía estar mirándome continuamente y, al quedarme sola conmigo misma, se instalaba en mi una sensación de tristeza profunda. Durante mucho tiempo me miré en los espejos ajenos que me mostraban una buena imagen, pero también, a solas conmigo misma, no me contenía y me volvía a mirar en mis espejos con la esperanza de que se hubieran arreglado solos, al poco los volvía a dejar de nuevo, muy triste al ver que no estaban arreglados. Como es natural esto no podía funcionar, pues los dueños de los espejos prestados se cansaban de poner sus espejos para que yo me mirara, ya que no conseguía reflejarme en ellos.

Harta ya de esta situación decidí hacerme mi propio espejo, adonde quiera que fuera buscaba trocitos y luego los iba juntando. Conseguí hacerme con uno bastante aceptable, pero tenía un problema, que no siempre reflejaba bien, según el día, te podía mostrar exuberante o mediocre, pensé que sería por efecto de la luz, así que siempre trataba de mirarme cuando la luz era apropiada. Entre tanto los otros permanecían guardados en un armario porque me daba miedo tirarlos y quedarme sola sin reflejos.

Efectivamente, no funcionaba, yo seguía añorando mis fantásticos espejos, los verdaderos, los auténticos, los que me habían regalado con amor, los que me correspondían por derecho propio. El sabio desconocido me dijo cierto día que el disponía de herramientas para arreglar mis espejos, pero sólo podía hacerlo si ellos querían arreglarse, si querían había esperanza, si no querían tendría que renunciar a ellos para siempre.

Me costó mucho tiempo ponerme ante mis espejos y preguntarles si querían arreglarse, dijeron No. La palabra al ser pronunciada los rompió. Ya no podía mirarme en ellos de ninguna forma. Me sentí vacía y sola, vulnerable y en peligro. Si no tenía espejos desaparecería. Me fui rápidamente en busca del sabio desconocido y qué sorpresa me llevé cuando al llegar a su casa vi que un enorme espejo nuevo esperaba a ser abierto por mí. Me dijo que era posible hacer espejos desde la nada, que no muchas personas sabían y que lo único que ocurría con ellos es que los teníamos que poner a cargarse de amor. Cargar de Amor un espejo no es una cosa que uno pueda hacer solo, se necesitan muchos espejos amorosos ya cargados que lo regalen y el dueño del nuevo espejo tiene que estar limpio para recibirlo. Y aquí es donde empieza mi aventura.

¿Sabes qué es lo mejor? Que quien refleja su espejo de amor en otro espejo, recibe a cambio su propio reflejo de Amor. ¿Ves que bonito? el amor se multiplica.

Algún día mi espejo estará tan lleno de amor que podrá reflejar a todos los seres vivos de la tierra y al universo entero.

Gracias por recargar mi espejo con tu reflejo de amor.